Trigésimo noveno virrey PEDRO DE CASTRO Y FIGUEROA




Trigésimo noveno virrey
PEDRO DE CASTRO Y FIGUEROA
(Marqués de Gracia Real)
(1740-1741)


 Este militar, quien también tenía el título de duque de la Conquista y caballero de Santiago y de San Genaro, fue nombrado virrey de la Nueva España en 1740.
Embarcó en un buque de comercio holandés con destino a Cuba y Veracruz, más al llegar al litoral americano fue alcanzado por una fragata inglesa que estuvo a punto de hacerlo prisionero, aunque logró que echaran un bote al mar y junto con otros pasajeros y a la vista de San Juan de Puerto Rico, ganó ese puerto sin llevar con él ningún documento que lo acreditase. Posteriormente hizo el viaje de Puerto Rico a Veracruz a donde llegó el 30 de junio, y de alí escribió al arzobispo-virrey que por otro conducto había recibido aviso e instrucciones sobre el particular. Hizo su entrada oficial en la ciudad de México el día 17 de agosto del mismo año.
          Encontró a la Nueva España sobresaltada por el estado de guerra existente, amenazada en el norte por los franceses y sobre el gran litoral del Golfo de México por los ingleses, aunque hasta entonces no habían atacado Veracruz, que era el camino más directo y de más cuidado hacia la capital del virreinato. Se supo que intentaron apoderarse de San Agustín de La Florida, de donde fueron rechazados por la guarnición, muy exigua, que defendía esa plaza, por o que el virrey se apresuró a enviar trescientos hombres, armas, víveres y municiones, para reforzar a los defensores de aquel lejano lugar. Puso especial empeño en desaguar las minas de Zacatecas, para obtener mayores rendimientos; hizo una considerable remisión de "situados" -dinero con el que la Nueva España ayudaba a las posesiones españolas que tenían necesidades o carencias- a las Filipinas, para labor misionera y dio las órdenes pertinentes para limpiar el puerto de Veracruz, que estaba muy azolvado.
          Los ingleses, con su poderosa marina y jefes muy hábiles, se habían apoderado de algunos fuertes de Cartagena de Indias y Puerto Bello, teniéndose en México la seguridad de que intentarían un desembarco en Veracruz, por lo que el virrey hizo construir nuevos fortines artillados y bien orientados en Ulúa y mandó poner sobre las armas a una parte de la población para estar en capascdad de defender el puerto. Estos milicianos sacados de la población civil en forma de leva, formaron la guarnición y un batallón muy efectivo que se llamó de la Corona, famoso en el ejército realista durante la revolución de independencia.
          Estaba el virrey conde de la Conquista en Veracruz, revizando las obras de aquel puerto; cuando enfermó de una disentería hemorrágica. Fue traido apresuradamente a México, donde murió el 22 de agosto de 1741. Fue sepultado en el convento de la Piedad, a la salida sur de la ciudad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares

Agrégame en tu blog

Seguidores