PRESIDENCIA DE RIVADAVIA




EL Congreso ante la necesidad de aunar los esfuerzos en la guerra con el Brasil y centralizar la dirección de las operaciones, organizó el Poder Ejecutivo Nacional, designando Presidente a Bernardino Rivadavia el 7 de febrero de 1826, el cual formó su gabinete nombrando a Carlos María de Alvear, Julián  S.de Agüero, Francisco de la Cruz y Salvador María del Carril para desempeñar, respectivamente, los Ministerios de Guerra y Marina, Gobierno, Negocios Extranjeros y Hacienda.
Al mes siguiente, por iniciativa del presidente se votó una ley que declaraba a Buenos Aires capital de las Provincias Unidas.La oposición de los caudillos del Bernadino Rivadavia, interior era.muy grande y aumentó al sancionarse el 24 de diciembre de 1826 la Constitución que, adoptaba para el gobierno la forma republicana, representativa y unitaria.
Campañas terrestres.
 
El Gral. Alvear que habia tomado el mando de las operaciones después de la renuncia de Rodríguez, estableció su campamento en Arroyo Grande, donde organizó el ejército. A fines de 1826 se dirigió hacia el norte para atacar al ejército brasileño, compuesto de 10.000 hombres, entre ellos 2.000 prusianos, que dirigía el marqués de Barbacena.
La caballería argentina logró dos triunfos en Bacacay y Ombú a las órdenes de Lavalle y Mansilla, respectivamente.
 
Los dos ejércitos se encontraron en Ituzaingo el 20 de febrero de 1827, logrando los argentinos una gran victoria gracias al valor y a la audacia de la caballería.  Posteriormente se obtuvieron otros triunfos que no pudieron aprovecharse, pues las provincias envueltas en   guerras civiles no proporcionaron los auxilios necesarios para proseguir la campana.
Campañas marítimas.  La poderosa flota brasileña estableció el bloqueo del Río de la Plata y contra ella luchó con denodado valor la improvisada escuadra argentina a las órdenes de Guillermo Brown, quien después de vencer en los combates de Los Pozos y Quilmes impidió que los brasileños remontaran el Uruguay, derrotándolos en la batalla de juncal.
Rivadavia, cuyo gobierno atravesaba por una grave situación al ser combatido por   los caudillos federales del interior y al tener que afrontar una seria crisis económica, decidió enviar a Manuel J. García para que negociara un tratado de paz.  El emperador Pedro I exigió la devolución de la Banda Oriental, el desarme de la isla de Martín García y el pago de una indemnización de guerra.
El comisionado, excediéndose en sus facultades, firmó este tratado, que provocó justa indignación en el pueblo, ya que inutilizaba todas las victorias que se habían logrado en los encuentros terrestres y navales.
Aunque el Presidente también lo rechazó con energía, este hecho sumado al descontento reinante tomo muy impopular su gobierno, por lo que Rivadavia decidió presentar el 27 de junio de 1827 la renuncia a su alto cargo.

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