Giovanni Battista Lorenzo Bernini




Giovanni Battista Lorenzo Bernini Nápoles, 1598-Roma, 1680 xima figura de la escultura barroca, y también arquitecto, impone su estilo en la arquitectura y en la decoración de toda la Europa de su época. Su maestría en la escultura le ha merecido ser considerado el sucesor de Miguel Angel. Comienza su aprendizaje al lado de su padre en Roma. En sus primeras obras, David (1619), Apolo y Dafne (1621-1622) y en el Extasis de Santa Teresa (1646), considerada su obra maestra, demuestra su virtuosismo en el modelado y ya incluye los elementos más característicos del barroco. En su época es idolatrado pero también es severamente criticado por los neoclasicistas. En Plutón y Proserpina (1622) contrasta la intensa musculatura del dios subterneo con la dulzura de la diosa de la primavera. Su primera obra arquitecnica es el baldaquino del altar mayor de San Pedro de Roma (1624-1633), que aunque se opone, armoniza con el severo estilo del resto del templo. Luego hace la fachada del palacio Barberini (1630) y la fuente de Tritón (1640). Se considera también como el primer escultor retratista de su tiempo debido a la capacidad para reunir y expresar los elementos que identifican a sus personajes. Entre los bustos que realiza cabe destacar los de Constanza Buonarelli, el cardenal Borghese (1632), Luis XIV (1655) y Constantino (1622). Por la muerte de Urbano VIII, su protector, pierde la dirección de los trabajos del Vaticano. Cuando Inocencio X es nombrado papa, reemprende la decoración de la basílica de San Pedro (1647-1653). En los sepulcros de Urbano VIII y de Alejandro VII,  Bernini  muestra su máximo genio.

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