Pedro Cieza de León
(c. 1518-1554), cronista e historiador español, autor de un ambicioso proyecto
de historia de Perú.
Nació entre 1518 y
1520 en Llerena (Badajoz), en el seno de una familia acomodada. Con tan sólo
quince años se embarcó hacia Cartagena de Indias, en el año 1535. Y hasta 1551,
año en que regresó definitivamente a España, tuvo una actividad febril:
participó con Alonso de Cáceres en las expediciones a San Sebastián de
Buenavista (1536) y a Urute (1537); fundó, con Jorge Robledo, Santa Ana de los
Caballeros (1539), Cartago (1540) y Antioquia (1541), en la actual república de
Colombia. Combatió después a las órdenes de Sebastián de Belalcázar, gobernador
de Popayán, que le concedió una encomienda. En 1543, se reunió de nuevo con
Robledo, quien, tras una estancia en España, había regresado a Indias con el
propósito de afirmarse en su gobernación de Antioquia y ampliar sus dominios,
lo que motivó un enfrentamiento con Belalcázar. Cieza intentó que desistiera de
sus propósitos, pero fracasó, y Robledo fue derrotado y mandado ejecutar por
Belalcázar en 1546. Un año después inició un viaje hacia tierras peruanas junto
a Pedro de La Gasca en la expedición de pacificación de Perú. Ejecutado Gonzalo
Pizarro en Xaquixahuana en 1548, Cieza se trasladó a la Ciudad de los Reyes, la
actual Lima, donde fue nombrado cronista oficial de Indias. Entre 1549 y 1550
recorrió los lugares más importantes de Perú: (Cuzco, Potosí y La Plata, entre
otros) recogiendo información con la que compuso su obra.
En 1551 regresó a
España para casarse en Sevilla con Isabel López. En la misma ciudad publicó la Primera
parte de la crónica del Perú (1553), poco antes de la muerte de su esposa y
de la suya, el año 1554. Siglos después se publicó el resto del material que
había escrito: Segunda parte de la crónica del Perú, que trata del señorío
de los incas yupangueis y de sus grandes hechos y gobernación (1871), y Tercer
libro de las guerras civiles del Perú, el cual se llama la guerra de Quito
(1909).
La importancia de
Cieza como cronista consiste en que no se limitó a realizar una mera crónica de
los acontecimientos que veía o vivía, sino que tuvo conciencia de historiador,
es decir, de narrar una gesta más o menos épica, con un estilo discursivo y con
la intención de contar verdades, y esto puede leerse en el prólogo o proemio de
la Primera parte de la crónica del Perú, donde incluso llega a decir que
escribirá teniendo como modelo a Cicerón.
Lo interesante de la Crónica
del Perú es que analiza un cuadro global de la historia de Perú,
principalmente, dando todo tipo de información tanto sobre la cultura inca, la
flora y la fauna andina y amazónica como del comportamiento de los
conquistadores y sus enfrentamientos. Cieza de León fue el primer cronista
moderno.
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