Pedro León Gallo Goyenechea (1830-1877),
político, militar y empresario chileno, promotor de la formación de los
llamados ‘liberales rojos’ (grupo originario del Partido Radical) durante el
periodo de la República Liberal.
Nació en Copiapó el 12 de febrero de 1830. Era
el hijo menor de Miguel Gallo Vergara, dueño de la mina de plata de
Chañarcillo, la más importante del país en la primera mitad del siglo XIX.
Estudió en el Instituto Nacional (1847) y en 1848 se incorporó a la Guardia
Nacional como oficial. En 1850 escribió en la Tribuna de Santiago. El 20
de abril de 1851 participó en el aplastamiento del conato revolucionario del
coronel Urriola, defendiendo al presidente Manuel Montt. Al año siguiente
partió hacia Copiapó para dedicarse a la industria y en 1853 fue regidor de
dicha ciudad. Un incidente iniciado con motivo del cumplimiento de una
ordenanza culminó en su separación del cargo, aunque le propició la simpatía de
los ciudadanos. Las luchas políticas inscritas en el contexto de la crisis
económica iniciada en 1857 le decidieron a participar en el Club Constituyente,
que proponía el impulso de reformas constitucionales mediante una asamblea
popular. El 5 de enero de 1859 se inició el levantamiento revolucionario de
Copiapó, y Gallo fue proclamado intendente y jefe del ejército que debía
apoderarse de Santiago. Tenía sólo 28 años de edad, pero una excepcional
capacidad organizativa y de trabajo. Organizó un ejército, una Casa de Moneda y
una fundición para armas y cañones. Fue el primer militar chileno en poner en
práctica los carros blindados de guerra. Sofocados los estallidos
revolucionarios en Talca, San Felipe y Valparaíso, Gallo se dirigió desde
Copiapó hasta La Serena, y venció en el combate de Los Loros (14 de marzo de
1859) a las fuerzas del gobierno. Una división al mando del general Juan
Vidaurre Leal fue enviada para acabar con el foco insurreccional, presentando
batalla a las fuerzas de Gallo en Cerro Grande (29 de marzo), que concluyó con
la derrota del líder revolucionario. Fue juzgado y tuvo que partir desterrado,
primero a Argentina, luego a Estados Unidos y Europa, no regresando a Chile
hasta 1863. Un año más tarde fue elegido diputado por Copiapó y Caldera,
renovando su escaño en 1867, 1870 y 1873. También fue senador por la provincia
de Atacama. Falleció en Santiago el 16 de diciembre de 1877.