Alejandro Nevski, gobernante ruso y
héroe nacional, derrotó a los suecos en el río Neva en 1240 (de ahí el
sobrenombre de Nevski). Ya fuera mediante la fuerza o mediante pactos, mantuvo
Rusia unida y libre del dominio de los invasores del Norte, el Este y el Oeste.
Fue canonizado en 1547 por la Iglesia ortodoxa rusa.
Alejandro Nevski (c.
1220-1263), héroe nacional y santo ruso. Hijo de Yaroslav Vsevolodovich, gran
príncipe del Estado medieval ruso de Vladímir, Alejandro fue elegido príncipe
de Nóvgorod en 1236. Cuatro años después obtuvo la victoria sobre los suecos en
el río Neva, cerca de la actual ciudad de San Petersburgo, adquiriendo su
apodo, Nevski (‘del Neva’). Al año siguiente dirigió su ejército de Nóvgorod
contra los caballeros teutónicos, expulsándoles del suelo ruso, tras
derrotarles en la batalla del lago Peipus (Estonia) en abril de 1242.
Generaciones posteriores vieron esta victoria como la salvación rusa del
dominio de Occidente. Cuando los mongoles invadieron Rusia desde el Este,
Alejandro colaboró con ellos, actuando de mediador entre su pueblo y la Horda
de Oro. En 1246 los mongoles le nombraron gran príncipe de Kíev y en 1251 le
instauraron como príncipe de Vladímir, sustituyendo a su hermano Andrés. Como
señor de Vladímir, Kíev, y Nóvgorod, hizo mucho por la unificación de los
principados del norte de Rusia. Alejandro fue canonizado por la Iglesia
ortodoxa rusa: su festividad se celebra el 12 de septiembre.
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