Alfred Kubin (1877-1959), ilustrador y
escritor austriaco, uno de los grandes dibujantes del siglo XX, precursor del
surrealismo.
Nació el 10 de abril de 1877 en
Litomřěice (Bohemia) y desde 1892 hasta 1896 estudió fotografía. En 1901
interrumpió los estudios de arte iniciados en 1898 en la Academia de Munich y
en 1902 comenzó a colaborar con la revista satírica Simplicissimus. A
partir de ese momento, el dibujo con pluma a tinta china se convirtió en su
medio favorito. Ya en sus primeras obras, que se hallan claramente bajo la influencia
de Francisco de Goya, James Ensor y Max Klinger, se reveló su afinidad con un
mundo tenebroso, fantástico y a veces monstruoso. A partir de 1905 hicieron
aparición los tupidos y aparentemente caóticos amasijos de líneas como elemento
básico de sus dibujos, que se convertirían en característicos de toda su obra.
En 1906 se retiró a su propiedad en
Zwickledt, en el norte de Austria, pero permaneció ligado a los círculos
artísticos de Munich. En 1911 participó junto a sus amigos Paul Klee y Franz
Marc en la exposición de Der Blaue Reiter. Además de miles de dibujos a pluma,
basados en los temas del erotismo, la pesadilla y la muerte, que a menudo rayan
en lo visionario, Kubin creó una extensa obra como ilustrador. Iluminó más de
70 libros de autores como E. T. A. Hoffmann, Edgar Allan Poe, Fiódor
Dostoievski, Gérard de Nerval y August Strindberg.
Kubin es asimismo autor e ilustrador de
la novela expresionista Die andere Seite (La otra parte, 1909),
considerada una de las obras maestras de la literatura fantástica en lengua
alemana. El escenario es la ciudad ficticia de Perle, centro de un reino
onírico regido por un gobernador omnipresente, que finalmente se hunde en un
torrente de “suciedad, basura, sangre derramada, intestinos y cadáveres de
animales y personas”. La imagen de la ciudad parece inspirada en el cuadro La
torre de Babel (1563, Kunsthistorisches Museum, Viena) de Pieter Brueghel,
el Viejo.
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