El
argentino Bartolomé Mitre no fue tan sólo un hombre de Estado, sino que también
escribió una visión histórica que aparece tanto en sus textos historiográficos
como, incluso, en sus propios textos legales. En el mensaje que acompañaba a su
proyecto de federalización de la ciudad de Buenos Aires (mayo de 1862),
manifestó que dicha capital "es el asiento natural de las autoridades
nacionales y que para que ellos puedan responder a las esperanzas y a las
necesidades del pueblo, es necesario que cuenten con medios propios y eficaces
y estén rodeados de la dignidad que corresponde a los que han de representar la
soberanía nacional, haciendo que la ley común sea una verdad para todos".
Bartolomé Mitre (1821-1906), político,
militar, diplomático y escritor argentino, presidente de la República
(1862-1868). Nacido en Buenos Aires, inició sus estudios en Carmen de
Patagones. Aunque en un primer momento fue instruido por su padre, su formación
posterior la realizó prácticamente solo a través de la lectura. Asistió a la
Academia Militar y pasó a ser oficial de artillería. Siendo aún muy joven se
granjeó con sus escritos y opiniones políticas la enemistad del dictador Juan
Manuel de Rosas. Los años de exilio en Chile, Bolivia y Perú, hicieron madurar
sus cualidades de militar y le otorgaron una nueva perspectiva de las
necesidades de Argentina para el futuro. La democracia y la unión nacional
cobraron para él mayor importancia que la antinomia entre unitarios y
federales, y llegó a creer que Buenos Aires debía sumarse a las otras
provincias sólo como una parte de la nueva estructura nacional que habría de
construirse. Su periodo en el exilio finalizó en 1852, año en que regresó al
suelo argentino y participó en el derrocamiento de Rosas, propiciado por el
general Justo José de Urquiza. En 1853 fue nombrado ministro de Guerra del
gobierno provincial de Buenos Aires y, desde este cargo, trató de oponerse al
plan de Urquiza que pretendía que la provincia pasara a formar parte de la
Confederación Argentina. En 1859 las tropas de Mitre fueron derrotadas por las
de Urquiza en la batalla de Cepeda, y Buenos Aires pasó a formar parte de la
Confederación. No obstante, Mitre fue nombrado gobernador de Buenos Aires en
1860 y un año después derrotó a Urquiza en la batalla de Pavón.
Tras la renuncia del presidente
Santiago Derqui, Mitre asumió la responsabilidad de formar la nueva nación.
Apelando a la diplomacia, la paciencia y la justicia, logró por fin unir a las
provincias y dispuso la convocatoria de comicios presidenciales. En éstos, que
tuvieron lugar en 1862, fue elegido presidente de la República para un mandato
de seis años. Desde su cargo insistió en la ley de residencia del gobierno
federal, instituyendo a Buenos Aires como capital de la nación, y logró la
explotación nacional de las vías de agua y puertos. Durante su mandato,
Argentina, aliada con Brasil y Uruguay contra Paraguay, participó en la guerra
de la Triple Alianza (1865-1870). Repitió candidatura presidencial en 1868 y en
1874, siendo derrotado por Domingo Faustino Sarmiento y Nicolás Avellaneda,
respectivamente.
En 1870 fundó en Buenos Aires el
influyente periódico La Nación. Entre sus obras se encuentran un gran
número de poesías, traducciones de autores clásicos (como el poeta italiano
Dante Alighieri) y obras históricas, entre ellas la Historia de Belgrano y
de la independencia argentina (1858-1887) y la Historia de San Martín y
de la emancipación sudamericana (1877-1888).
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