ANTONIO DE MENDOZA Primer Virrey de Nueva Espa ña (1493-1552)




ANTONIO DE MENDOZA Primer Virrey de Nueva Espa ña
(1493-1552)


Antonio de Mendoza y Pacheco parece que nació hacia 1490 o 1491 en Mondéjar, según se cuenta en un documento recientemente hallado en el Archivo Histórico Nacional (OOMM-Caballeros de Santiago exp 2107, año 1595) por Escudero Buendía. Anteriormente se le ha supuesto nacido en Granada o incluso Valladolid, siendo la hipótesis más verosímil que hubiera nacido en Alcalá la Real a fines de 1491, al ser su padre allí alcaide en esas fechas y considerando que nació después que su hermano Luis y antes que María Pacheco, que ya nació en La Alhambra. Era el segundo hijo varón del segundo Conde de Tendilla y de Francisca Pacheco. Educado en un ambiente muy culto, mostró sus habilidades en el gobierno siendo corregidor en Granada viviendo su padre, de quien heredó el nombramiento de Comendador de Socuéllamos de la Orden de Santiago (su hermano Luis le peitearía por ello hasta 1531).
Su hermano mayor Luis Hurtado de Mendoza le envió a Bélgica en 1516 a presentar fidelidad al nuevo rey Carlos antes que viniera a Castilla. Al servicio de Carlos desde entonces, vino con él a Castilla en 1517. Tras unas dudas, fue partidario del Emperador en las luchas contra los Comuneros. Fue embajador de Carlos en Alemania y Hungría: llevo fondos en 1527 a Fernando, hermano de Carlos, para ayudarle a defenderse de la invasión turca que había conquistado Hungría tras la batalla de Mohacs (1526) permitiendo a Fernando heredar la corona húngara. Carlos tuvo que salir de España hacia Italia debido al cerco de Viena por los turcos en 1529, y Antonio volvió por segunda vez como embajador ante Fernando. También estuvo presente en la coronación de Carlos como emperador por el Papa en Bolonia en 1530.
Entre sus muchos títulos y honores, accedió el 17 de abril de 1535 a ser el primer Virrey de Nueva España (México) durante 15 años (1535-1550), siendo apoyado su nombramiento por su pariente María de Mendoza y por su poderoso marido Francisco de los Cobos, unido por amistad a Antonio desde que viajaron juntos a Flandes a conocer al joven Carlos.
Estuvo casado con Catalina de Carvajal, hija de Francisco de Vargas y Juana de Carvajal, y tuvo tres hijos: el mayor Íñigo nace en Granada en 1518 y muere en San Quintín (1557). El segundo, Francisco, lucharía en las galeras de su tío Bernardino, en Argel y pasó en 1542 a América con su padre, volviendo a su muerte a Flandes y España, muriendo en 1563. Ninguno tuvo descendencia y sus posesiones pasaron a su hermana Francisca.



La primera misión de Antonio en México fue asegurar el poder del Rey en el Virreynato, recortar los de Hernán Cortés y Pedro de Alvarado, y arreglar los desmanes que realizara Nuño Beltrán de Guzmán (nacido en Guadalajara, gobernaba México cuando Cortés viajó a España, conquistó Nueva Galicia y su capitán Cristobal de Oñate funda en el Panúco en 1529 la ciudad de Guadalajara, luego trasladada y refundada en 1542, se le considera cruel con los indios y despótico, muriendo en Torrejón de Velasco).
Antonio fue un excelente y hábil administrador, y el fundador de la Universidad de México, llevando allí la primera imprenta y organizando el Virreinato compliendo las instrucciones que le enviaba Carlos V. Realizó el primer censo e impulsó la economía mexicana. Envió la expedición de Coronado al sur de USA, desarticuló una sublevación de esclavos negros en 1537 y sofocó la rebelión indígena de 1541-42, la llamada "Rebelión del Mixtón", reprimida cruelmente a sangre y fuego en el centro y sur de México. Tuvo algunos conflictos de competencias con Hernán Cortés hasta que éste volviera definitivamente a Castilla, especialmente acerca del cumplimiento de las llamadas Leyes Nuevas. Cortés no lograrí desacreditarle.
A petición de Pedro de La Gasca (pacificador de Perú tras las Guerras Civiles), y con el apoyo de sus hermanos, Antonio fue nombrado luego Virrey del Perú (1551-52) con la misión de organizar el virreinato destruido por las guerras entre los conquistadores. Su hermano Luis , Presidente del Consejo de Indias, le escribió que (a pesar de su escasa salud) si "el no pudiese ir, sus huesos fueran" al Peru "por su honor". Había sufrido un ataque de hemiplejía en Oaxaca. Llegado en septiembre de 1551 a Lima, fallece allí en julio de 1552.
Bartolomé de las Casas (defensor de los indios) le tenía en muy alta estima. Suavizó la situación de los indios manteniendo siempre la autoridad real. Madariaga dice de él "tranquilo, moderado, prudente y astuto" y Bernal Díaz del Castillo que "era buen caballero y digno de loable memoria". Realmente gozaba prestigio en México por su rectitud y ecuanimidad. Antonio estudió las doctrinas urbanísticas renacentistas del italiano León Battista Alberti (1402-1472) que aplicó repetidamente en los trazados de Ciudad de México y Lima.

EL VIRREY EN PERU
Su hijo Francisco de Mendoza, el general de galeras, colaboró con él en las labores de gobierno en México y Perú, sobretodo cuando Antonio enfermo no podía viajar. Su padre le envió a España con una relación de cuanto había visto viajando por el Peru. Algunos creen que Antonio pretendía instaurar un virreinato hereditario en la familia, similar al de su hermano Luis en Granada. Francisco volvió a socorrer al mando de una flota de galeras a Orán y Mazalquivir en 1563, derrotando a una flota enemiga pero muriendo al poco de enfermedad.
Con Antonio viajaría a México su hermanastra pequeña María de Mendoza, a la que casó con Martín de Ircio.
Don Antonio de Mendoza y Pacheco, (Mondéjar, entre 1490-1493 - Lima (1552). Caballero de Santiago, Comendador de Socuéllamos, 1º Virrey de la Nueva España, 2º del Perú.
Don Antonio de Mendoza, fue hijo de Don Íñigo López de Mendoza y Quiñones, segundo Conde de Tendilla y primer Marqués de Mondéjar (a la vez nieto de Don Íñigo López de Mendoza, el gran poeta), y de su segunda esposa, Francisca Pacheco Portocarrero (hija de Don Juan Pacheco, Primer Conde de Escalona).
Nunca fue Conde de Tendilla, como muchas informaciones, biografías y publicaciones erróneamente le adjudican, ya que el título y mayorazgo recayó en su hermano mayor Luis Hurtado de Mendoza . El único título perpetuo que tuvo a su merced fue el de Comendador de Socuéllamos.
Se casó con Catalina de Vargas, hija de Francisco de Vargas, Contador Mayor de los Reyes Católicos, de la que tuvo tres hijos: don Íñigo, el primogénito, doña Francisca y don Francisco de Mendoza.
Su etapa española: La más desconocida
Según alguna doctrina y opinión como la de Germán Vázquez, Antonio de Mendoza, y por extensión muchos de los políticos, estadistas y militares de la época, tuvieron que improvisar estrategias de organización y políticas en un mundo nuevo del que no tenían referencias ni modelos anteriores.
Frente a esta idea, están los que creen que la conquista de América tiene bastantes paralelos con la de las islas Canarias, y la organización posterior con el reino de Granada como Miguel Molina Martínez y José Szmolka Clares, pero son pocos los que habían advertido que ambos protagonistas, los que fueron los primeros encargados del mando del reino de Granada - después de haber sido conquistado en 1492 por los Reyes Católicos - y del virreinato de Nueva España, eran padre e hijo con similares formas de pensar y de entender el gobierno.
En el caso de D. Antonio de Mendoza, el desconocimiento de su formación anterior, había ocultado la realidad de que era un diplomático, militar y político con cuarenta años de experiencia, con fases de gobierno en la Capitanía General-Virreinato de Granada, en el que la convivencia con una población mayoritaria recientemente conquistada y convertida a una nueva religión y por supuesto hostil -los moriscos- tenían a los ojos de la Corte española de la época grandes paralelismos con los indios americanos.
Razón del nombramiento de Antonio de Mendoza como primer Virrey
Éste fue, sin duda, uno de los principales argumentos para el nombramiento de Antonio de Mendoza como primer Virrey americano – aunque también ayudó mucho que fuera Camarero Real en 1530 -, y su experiencia junto a los moriscos su ejemplo a la hora de afrontar el gobierno de la Nueva España- México, donde no pocas veces (en las ordenanzas, en el urbanismo, en la política económica, en los descubrimientos, en sus relaciones con la Iglesia, etc.) aplicó comportamientos aprendidos y heredados en Granada.
El nacimiento en Mondéjar (Guadalajara)
El lugar del nacimiento de don Antonio de Mendoza es muy discutido, siendo el lugar tradicional Granada, donde su padre era Capitán General, pero Arthur Scott Aiton ofreció como alternativa Alcalá la Real (Jaén), y a éste siguieron muchos otros como Guillermo Tovar de Teresa. También se dice que fue Valladolid, porque su primera fundación en México fue esta ciudad, actualmente llamada Morelia. Francisco Javier Escudero Buendía aportó prueba documental del expediente de caballero de su nieto Francisco Fernández de Córdoba y Mendoza, en donde su genealogía no deja lugar a dudas, afirmando que su abuelo nació en Mondéjar (Guadalajara – España).
El aprendizaje en el Virreinato granadino
A pesar de ser de orígenes alcarreños, Antonio de Mendoza marchó al reino de Granada, donde su padre fue el primer Capitán General con funciones de Virrey, nombrado por los Reyes Católicos. Es en esta tierra donde los nobles y militares castellanos vivían encerrados en la Alhambra rodeados de una población cuya mayoría aplastante eran moriscos, cristianos nuevos recién convertidos, donde el futuro primer Virrey de Nueva España forjó su carácter tolerante y negociador, al estilo de su padre, don Íñigo López de Mendoza, Conde de Tendilla y posteriormente Marqués de Mondéjar (Guadalajara).
Allí aprendió el oficio de Virrey sustituyendo a su progenitor, el de regidor de cabildo, el de tesorero de la Casa de la Moneda, y las dificultades de gobierno de una población étnica y confesionalmente distinta a la suya.
Antonio de Mendoza “El morisco”
La identificación con los moriscos entre los Mendoza fue tal, que en 1509 su padre tuvo que recordar que cuando saliera de viaje vistiera a la castellana, señal de que lo hacía habitualmente con las vestiduras musulmanas, como nos indican Peggy K. Lyss y Emilio Meneses. Como veremos más tarde, ésta misma identificación la tuvo con la nueva tierra americana:
 “Da Priesa en que se venga luego tu hermano don Antonio, que me escrivió el marqués de Denia que lo enbiase, y di a Lázaro de Peralta lo que le haga de vestir y sea a la castellana, y véngase luego él y los Añascos con él. De paramentos para su cama no curas que acá se avrán”
Antonio de Mendoza: ¿Comunero?
El papel de don Antonio de Mendoza en la Guerra de las Comunidades es contradictorio, habiendo algún autor como Escudero Buendía que lo califica como “Realista y Comunero”, frente a otros que lo desmienten como J. Benedict Warren. Efectivamente, la correspondencia de su hermano D. Luis Hurtado de Mendoza, transcrita por Emilio Meneses prueba cómo una vez nombrado representante de Granada a las Cortes de Valladolid de 1518, se puso a favor del Doctor Zúmel y en contra del monarca, es decir, en la línea de los comuneros, y que por ello no le querían nombrar procurador de nuevo para las de 1520.
 “Que él estovo presto en Valladolid en faser lo que (debe) syn tener respeto a otra persona alguna y podría ser que se ofreciese cosa”.
En el bando realista de Carlos I: El ejército de los 4000 moriscos
Sin embargo dos años después, aparece en el bando realista en la Batalla de Huéscar, Baza y el perdón de Volteruela (actualmente llamada Puebla de don Fadrique) (1520), donde lidera un ejército de 4.000 moriscos, vestidos a su usanza, frente a cristianos viejos, incluso religiosos, a cuyos cabecillas castiga con dureza. Esta actitud mendocina recordará mucho a la Guerra del Mixtón, por muchos motivos, porque en aquella ocasión también el ejército contaba con un numeroso contingente indígena, y además porque la respuesta frente a los sublevados fue similar.
La muerte de Juan Garcés y el destierro en Socuéllamos
Otro de los episodios desconocidos de la vida del futuro virrey fue la escaramuza que tuvo lugar en Almazán (Soria) donde era señor el Conde de Monteagudo, su cuñado. Éste se había marchado a Flandes, dejando en el cargo de alcaide de la fortaleza a Juan Garcés, vecino de Ágreda (Soria), quien parece ser que impidió a los Mendoza, Antonio y su hermano Bernardino de Mendoza, hacerse con el control de los destinos de la ciudad. La partida mendocina atacó el baluarte defensivo sin piedad, utilizando incluso fuego de alquitrán, apresando en su huida al desgraciado alcaide, torturándolo y ajusticiándolo después.
Antonio de Mendoza fue condenado a un año de destierro por proceso ilegal, en el Convento de Uclés (Cuenca), ya que era Caballero de la Orden de Santiago, momento que aprovechó para ir a residir a Socuéllamos (Ciudad Real) y rehabilitar la Casa-Encomienda de dicha localidad manchega.
Los años de esplendor de los Tendilla y Mondéjar
Antonio de Mendoza y su rama familiar pasaban por sus horas más bajas, y su futuro no era nada halagüeño. Antonio de Mendoza tenía en el año 1526 posiblemente treinta y cinco años, toda una vida para la época, y apenas había conseguido logros fuera de Granada y su entorno familiar: Nada hacía presagiar que él y todos sus hermanos pasarían de ser unos nobles y militares asentistas con intereses rurales en Andalucía, Extremadura y La Mancha.
Sin embargo el destino les tenía guardada una grata sorpresa; el 10 de marzo de 1526 el rey decide casarse en Sevilla con la Infanta Dª Isabel de Portugal y realizar un viaje por toda Andalucía, para conocer sus posesiones más meridionales en alza por el comercio indiano. En premio a la atención recibida por el nuevo Capitán General de Granada, D. Luis Hurtado de Mendoza, todos sus hermanos reciben grandes mercedes, el primero D. Antonio de Mendoza nombrado ese mismo año Embajador en Hungría, al año siguiente su hermano Diego Hurtado de Mendoza es nombrado Embajador en Venecia, Bernardino de Mendoza, Capitán de La Goleta en 1535, y definitivamente Luis Hurtado es intitulado Grande de España en 1530.
Su carrera diplomática y Camarero del Rey
Antes de partir hacia América, nuestro personaje realizó tantas misiones diplomáticas en tres etapas, que podemos considerar que éste era su oficio antes de aceptar el cargo de Virrey: Desde los años 1516 a 1517 en Flandes e Inglaterra, donde incluso pudo conocer a Enrique VIII, pasando por Hungría, Italia y Alemania (1526-1530), cuando participó en la Coronación imperial de Carlos V en Bolonia (Italia). También en el año 1528 fue nombrado Gobernador en la Provincia de León dentro de la Orden de Santiago, para apaciguar una sublevación de los moriscos de Hornachos (Badajoz).
Primer Virrey de la Nueva España
Fue Antonio de Mendoza el primer hombre que recibió el cargo de Virrey en un territorio americano, obteniendo el nombramiento de Virrey, gobernador, capitán general de la Nueva España y Presidente de la Real Audiencia de México, el 17 de abril de 1535. Durante su gobierno se continuaron los viajes de exploración, apoyó a Hernán Cortés en los viajes que dieron por resultado el descubrimiento de la península de Baja California, apoyó a Fray Marcos de Niza en 1539 en la empresa exploratoria en la búsqueda de las míticas ciudades de Cíbola y Quivira, así como a Francisco Vázquez de Coronado en 1540, en cuya expedición se exploraron los territorios que constituyen actualmente el suroeste de Estados Unidos y noroeste de México.
Apoyó el viaje por mar hacía el Pacífico norte del navegante y explorador Juan Rodríguez Cabrillo que en 1542 reconoció las hoy costas de los estados de Baja California Sur, Baja California y California (EE.UU.), quien nombró un cabo en California con el nombre de Cabo Mendocino en honor del Virrey.
Fundó en 1535 la Casa de la Moneda en la Ciudad de México, en 1536 se empezaron a acuñar monedas de plata y cobre como las españolas, llamadas por su forma macuquinas, también se fundó el Colegio Imperial de Santa Cruz de Tlatelolco, destinado a la educación de los indios nobles, dictó ordenanzas para dar buen trato a los nativos, impulsó y ordenó la minería, inició el acondicionamiento del Puerto de Veracruz, estableció la imprenta que fue la primera de América, fundó la ciudad de Valladolid (hoy Morelia, Michoacan) y La Barca, e inició las gestiones para crear la primera universidad. Hacia 1547 ocurrió el extraño incidente de la llegada del falso Visitador, el Licenciado Vena, quien, descubierto, fue azotado públicamente y condenado a 10 años de prisión.
Virrey en Perú
En 1550 el Consejo de Indias nombra a Luis I de Velasco virrey de la Nueva España, sustituyendo al Mendoza, el cual pasa a ser virrey del Perú. Llegó a Lima en 1551, permaneciendo en el cargo únicamente diez meses, pues murió en 1552; fue enterrado en la Catedral de Lima.
La primera declaración de independencia de América
Antonio de Mendoza, perdida la posibilidad de crear una estirpe de virreyes Mendoza tanto en México como en Perú, preparó un memorial en el año 1551, que envió con su hijo D. Francisco de Mendoza a España - según Rafael Diego Fernández - para ser entregado al Emperador Carlos I, que podría ser considerado por su incendiario contenido la primera declaración de independencia de América, máxime teniendo en cuenta que el propio virrey dice en ella que "no oso decirle más porque me va mal de ello", frente a la que tradicionalmente ha sido considerada hasta ahora - entre otros por Simón Bolívar-, que era la carta a Felipe II de Lope de Aguirre (1561)

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