María de Toledo (1490?-1549), administradora colonial
española, esposa de Diego Colón, fue considerada virreina de las Indias. Era
hija de Fernando de Toledo, hermano del duque de Alba, quien, como cabeza de la
familia y hombre de confianza del Rey, consiguió la autorización regia para que
María se casara en 1508 con el segundo almirante de las Indias Diego Colón.
Pocos meses después de su boda y tras el nombramiento de Diego como gobernador
de las Indias, pasaron a Santo Domingo, arribando al puerto del Ozama el 9 de
julio de 1509. María iba acompañada de un grupo de damas casaderas que formaron
una pequeña corte en la capital de las Indias. De su matrimonio con Diego Colón
tuvo abundante prole: en 1522 dio a luz a Luis Colón, quien sería tercer
almirante de las Indias y heredero en el mayorazgo colombino. Otros hijos
fueron Cristóbal, Diego, Felipa, María, Juana e Isabel.
A partir de 1526, en que murió Diego Colón, María de
Toledo se convertiría en la cabeza defensora de los negocios familiares, como
demuestra el seguimiento personal de los Pleitos Colombinos. En 1536, por orden
de la virreina, los cartujos de las Cuevas de Sevilla, en cuyo centro estaban
enterrados los dos primeros almirantes de las Indias (Cristóbal y Diego Colón),
entregaron sus cadáveres para ser llevados a la isla de Santo Domingo y ser
enterrados en la catedral. El 9 de julio de 1544 la virreina partió de Sevilla
a Santo Domingo y según parece llevaba consigo los restos mortales de los dos
primeros almirantes de las Indias. En su peregrinaje por la corte recibió ayuda
del emperador Carlos V (el rey español Carlos I) y de la emperatriz
Isabel de Portugal, y se comportó siempre como una mujer de talante enérgico y
con una gran tenacidad a la hora de reclamar a la corona títulos y privilegios
familiares. En 1549, María de Toledo murió en Santo Domingo y fue enterrada en la
capilla mayor de la catedral dominicana.
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