Biografía de Muammar al-Gaddafi




Muammar al-Gaddafi
El dirigente libio Muammar al-Gaddafi llegó al poder en 1969 después de un golpe de Estado militar en el que fue derrocado el rey libio. Ha manifestado abiertamente su hostilidad hacia Occidente y ha ofrecido apoyo a organizaciones revolucionarias y terroristas. En 1986 el presidente de Estados Unidos Ronald Reagan ordenó a sus fuerzas aéreas bombardear objetivos libios como represalia por los actos terroristas cometidos contra ciudadanos estadounidenses.

Muammar al-Gaddafi (1942- ), político libio, principal gobernante de su país desde 1969, al cual llevó a partir de entonces a vivir una peculiar experiencia revolucionaria de carácter socialista e islámico.
2
ACCESO AL PODER
Muammar Muhammad Abd as-Salam Abu Minyar al-Gaddafi nació en 1942, en una localidad cercana al golfo de Sirte, en el norte de Libia. Miembro de una familia bereber, perteneciente a la tribu beduina de los gaddafa (de ahí el sobrenombre por el que es conocido), cursó estudios secundarios, hasta 1961, en la ciudad de Misurata. Ya entonces había sido expulsado del centro donde se formó por participar en conspiraciones contra el rey Idris I. En 1962, ingresó en la Escuela de Oficiales del Ejército, en Bengasi. Pronto creó un grupo de militares opuestos a la monarquía, el Movimiento de Oficiales Unionistas Libres.
El 1 de septiembre de 1969, Al-Gaddafi, que ya era capitán del Ejército, destronó a Idris I en un incruento golpe de Estado militar y proclamó la República Árabe de Libia. En esos momentos, el Rey, que sería juzgado y condenado a muerte in absentia por el nuevo régimen en 1971, recibía tratamiento médico en el extranjero. Auténtico jefe del Estado desde entonces, el 8 de septiembre de 1969, Al-Gaddafi ascendió a coronel y se convirtió en comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y en presidente del Consejo del Mando de la Revolución, asumiendo poderes dictatoriales. El 11 de diciembre de ese año, se promulgó una Constitución.
En enero de 1970, se autonombró primer ministro y ministro de Defensa, aunque dos años después cedió el primero de esos cargos. En 1973, publicó la primera parte del denominado Libro verde, en el que desarrollaba su muy especial ideología política y revolucionaria; la llamó tercera teoría universal, y se basaba en un camino igualmente opuesto al capitalismo y al comunismo, integrador del islam y el socialismo.
Nacionalizó la mayor parte de las compañías petroleras extranjeras y suprimió las bases militares británicas y estadounidenses. Usó la enorme riqueza petrolera libia para apoyar a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y a otros grupos revolucionarios, desde el IRA (Ejército Republicano Irlandés) hasta los separatistas islámicos de Tailandia y Filipinas. Asimismo, promovió diversos proyectos para la unión de Libia y otros países árabes, pero su ambición de crear una federación árabe en el norte de África, integrada por Libia, Egipto, Marruecos y Túnez, quedó sin realizar.
En 1973, Libia se vio envuelta en una disputa territorial con Chad por la franja de Aozú, rica en uranio; a pesar del alto el fuego acordado gracias a la mediación de la Organización para la Unidad Africana (OUA) en 1987, las tropas libias no se retiraron del norte del Chad hasta mayo de 1994 (un año antes, la soberanía de Aozú fue dejada en manos del Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas, que daría formalmente la razón a Chad).
En cuanto a la política aplicada en su país, Al-Gaddafi inició una revolución social y cultural que combinó la aplicación radical de la sharia (ley islámica) con el nacionalismo árabe y con algunos aspectos del Estado de bienestar occidental. Así, se asignaron grandes partidas presupuestarias a la mejora de carreteras y a la creación de escuelas y viviendas.
En marzo de 1977, instituyó, por medio de la Declaración del Establecimiento de la Autoridad del Pueblo (que, en realidad, sustituía a la Constitución de 1969), la llamada Jamahiriyya (en árabe, 'Estado de masas'); en virtud de ella, su cargo pasó a denominarse “guía de la revolución” y la República Árabe de Libia cambió su nombre por el de República Árabe Libia Popular y Socialista. En 1979, abandonó todos los cargos oficiales del gobierno (excepto el de “guía de la revolución”, de índole puramente ideológica, en apariencia) pero continuó como jefe del Estado de facto, aunque nominalmente tal magistratura política le correspondería al secretario general del Congreso Popular General (CPG, el Parlamento libio), cargo que el propio Al-Gaddafi había ejercido desde marzo de 1977 hasta el mismo mes de 1979. A mediados de la década de 1980, los países occidentales le consideraban el principal promotor del terrorismo internacional, por lo que su régimen se convirtió en objetivo de campañas militares y diplomáticas. En 1986, como represalia a la supuesta participación de Libia en actos terroristas contra ciudadanos estadounidenses, el presidente Ronald Reagan autorizó el bombardeo del campamento de Aziziyaln, en Trípoli, en el que resultó herido el propio Al-Gaddafi y muerta su hija pequeña.
Precisamente en abril de ese año de 1986, el Estado libio volvió a cambiar su denominación, que a partir de entonces sería Gran República Árabe Libia Popular y Socialista.
3
LA LENTA ACEPTACIÓN INTERNACIONAL
A principios de la década de 1990, su política comenzó a hacerse más conciliadora; así, durante la crisis que condujo a la guerra del Golfo Pérsico, se mantuvo neutral. Para entonces, su cargo había pasado a llamarse “hermano guía de la gran revolución”.
En 1992, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas impuso sanciones contra Libia, que fueron reforzadas al año siguiente, por no entregar a la justicia internacional a varios ciudadanos libios acusados de terrorismo por un atentado perpetrado en diciembre de 1988 contra un avión que sobrevolaba la localidad de Lockerbie (Escocia, Reino Unido). En octubre de 1993, resistió con éxito un intento de golpe de Estado militar para derrocarle. Al-Gaddafi expulsó, en 1995, a los refugiados palestinos seguidores de Yasir Arafat a raíz de la obtención de los acuerdos de paz para Oriente Próximo firmados por el dirigente palestino y las autoridades israelíes. En abril de 1999, su gobierno entregó finalmente a los dos ciudadanos libios acusados del atentado de 1988 a los tribunales escoceses (instalados, según el acuerdo al que llegó Al-Gaddafi con el gabinete británico de Tony Blair, en territorio de los Países Bajos). Tras ello, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el ghanés Kofi Annan, decretó la suspensión de las sanciones que pesaban todavía sobre Libia. En agosto de 2003, Al-Gaddafi aceptaría la responsabilidad libia (no la culpa) por el atentado de Lockerbie.
En marzo de 2000, el CPG disolvió la mayoría de los ministerios que conformaban el gobierno, entre ellos el de Energía, y transfirió sus competencias a los congresos populares municipales, que, en el peculiar sistema político libio, configuraban el nivel intermedio entre los comités populares de base y el CPG. De los 19 ministerios del gabinete, únicamente se mantuvieron la oficina del primer ministro y los departamentos de Justicia e Interior, Asuntos Exteriores, Información y Turismo, y Finanzas. Se creó de nuevo cuño, en cambio, el Ministerio de Unidad Africana, que manifestaba la progresiva línea panafricanista que estaba adoptando su régimen. La política energética pasó a estar bajo competencia de la Compañía Nacional de Petróleo, bajo la supervisión del CPG, es decir, del primer ministro.
Al tiempo que Libia se aproximaba a la comunidad internacional, Al-Gaddafi fue adquiriendo un nuevo protagonismo en la resolución de conflictos desde su referido nuevo talante panafricanista. En la XXXV Asamblea anual de jefes de Estado y de gobierno de la OUA, celebrada en Argel en julio de 1999 (primera a la que asistía el mandatario libio desde 1977), Al-Gaddafi intentó mediar para poner fin a la guerra que libraban Eritrea y Etiopía. Asimismo, logró que se celebrara en Trípoli una cumbre extraordinaria de la organización en septiembre de ese año, en cuyo transcurso abogó por la profundización de la pretendida unidad africana. Al-Gaddafi fue también elegido para coordinar el proceso de paz en la región africana de los Grandes Lagos, gestionando la intermediación entre ugandeses y congoleños. En la XXXVI Asamblea ordinaria de la OUA, desarrollada en Lomé en julio de 2000, propuso el establecimiento de los “Estados Unidos Federales de África'; dos años más tarde, la OUA era sustituida oficialmente por una nueva organización: la Unión Africana (UA).
En junio de 2003, Al-Gaddafi anunció una reforma radical del régimen socialista que podría conducir a una suerte de “capitalismo popular”. Desde hacía cuatro años, la economía libia vivía un tímido proceso de apertura al sector privado interior e incluso a la inversión exterior. Su intención de limitar la acción del sector público, tal y como hasta entonces se entendía, se debía, según sus propias palabras, a la incompetencia de las personas que se habían dedicado a velar por su mantenimiento.
En septiembre de ese mismo año de 2003, su régimen aceptó indemnizar a las víctimas de un atentado contra un avión francés que se había producido en 1989. La aeronave había estallado sobre el Sahara (sobrevolando Níger) por la explosión de una bomba de origen libio, causando 170 muertos. Por ello, seis libios fueron condenados, en rebeldía, en 1999. A raíz de la aceptación libia de afrontar esas indemnizaciones, el día 12 de ese mes de septiembre de 2003, la ONU levantó formal y definitivamente las sanciones que habían sido impuestas al país en 1992 y suspendidas en 1999. No obstante, Estados Unidos siguió manteniendo sus propias medidas unilaterales contra el régimen libio, al que seguía considerando refugio de terroristas y una amenaza para la paz mundial.
Después de nueve meses de negociaciones secretas, el presidente estadounidense, George W. Bush, el primer ministro británico, Blair, y Al-Gaddafi alcanzaron, el 19 de diciembre de 2003, un acuerdo para el desmantelamiento por parte de Libia de sus armas de destrucción masiva. Fue un paso más de Al-Gaddafi para incorporar al país a la comunidad internacional y extraerlo de la nómina de estados vinculados al terrorismo internacional. El acercamiento a los regímenes democráticos se aceleró a lo largo de 2004 gracias a una serie de hitos diplomáticos; entre ellos, la visita a Libia en febrero del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, o la entrevista que Al-Gaddafi mantuvo en Bruselas con el presidente de la Comisión Europea, el italiano Romano Prodi, en abril. El 20 de septiembre de 2004, Estados Unidos levantó por completo el embargo comercial que pesaba sobre Libia desde 1986; seis meses antes, desde Washington se habían comenzado a poner fin a las sanciones económicas, y ambos países habían restablecido sus relaciones diplomáticas, rotas durante 24 años, en el mes de junio de ese año. El 22 de septiembre de 2004, dos días después de que lo hiciera Estados Unidos, la Unión Europea (UE) puso por su parte fin al embargo de armas impuesto a Libia desde 1986.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares

Agrégame en tu blog

Seguidores