Alfredo Hlito (1923-1992), pintor
argentino integrante de la Asociación Arte Concreto Invención y protagonista a
comienzos de la década de 1940 de un movimiento de ruptura con el arte
tradicional que rechazaba el figurativismo y exaltaba la abstracción y la
geometría.
Nació en Buenos Aires de padres de
ascendencia italiana y servia. En 1938 ingresó en la Escuela Nacional de Bellas
Artes, y en 1943 abrió su primer taller junto a otros artistas. En 1945 inició
la serie Construcciones, en la que se aprecia la influencia del pintor
uruguayo Joaquín Torres García. Junto con Raúl Lozza, Manuel Espinosa, Enio
Iommi, Lidy Prati, Tomás Maldonado y Claudio Girola firmó el Manifiesto
Invencionista, publicado bajo el título Ni buscar ni Encontrar: Inventar.
A mediados de la década de 1940 llevó a cabo experimentos cercanos al
neoplasticismo, con colores planos y formas definidas, y en 1947 inició la
serie Ritmos cromáticos. Más tarde, bajo la influencia del artista suizo
Max Bill, abandonó la pintura plana e introdujo la línea curva y los contrastes
de luz en su obra. En 1955 realizó una serie de pruebas con el puntillismo y
abandonó la línea; de esa época es la serie Espectros. De 1963 a 1973
residió en México, donde se sintió fuertemente atraído por las ruinas de las
antiguas civilizaciones prehispánicas. Durante esos años su capacidad creativa
sufrió una crisis, por lo que su producción artística decayó.
En 1983 fue nombrado académico de
número de la Academia Nacional de Bellas Artes de Argentina. A lo largo de su
carrera también realizó incursiones en el campo del diseño gráfico, como
muestran sus colaboraciones para la editorial Nueva Visión.
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