Astrid Lindgren es
quizá la autora sueca de libros infantiles más conocida en el mundo.
Astrid Lindgren
(1907-2002), autora sueca de literatura infantil, cuyos libros se han traducido
a más de sesenta idiomas.
Nació el 14 de
noviembre de 1907, en una pequeña granja de Småland, en el sur de Suecia. A los
18 años y embarazada, se trasladó a Estocolmo, donde consiguió un trabajo como
oficinista que le permitió mantener a su bebé.
En 1944 publicó su
primera obra, Britt-Mari, la historia de una chica contada en forma
epistolar. Ganó el segundo premio en un concurso literario organizado por Rabén
& Sjögren, el editor más importante de libros infantiles de Suecia, lo cual
impulsó enormemente su carrera literaria.
Al año siguiente
publicó una historia que en principio estaba destinada a ser un regalo para su
hija, y que se convertiría en la más famosa de sus obras y en un clásico de la
literatura infantil en todo el mundo: Pippi Calzaslargas, las
extravagantes aventuras de una huérfana pelirroja de 9 años, con trenzas y
vestida de forma peculiar, que es la niña más fuerte de la tierra y vive sola,
con un caballo, un mono y una maleta llena de oro como únicos compañeros. A
partir de entonces, Lindgren escribió más de cincuenta libros; muchos de ellos
han sido llevados al teatro, a la televisión y a los tebeos. Entre sus obras
más conocidas se encuentran la serie de libros sobre Pippi; otra sobre un niño
detective que se inicia con El detective Blomkvist (1946); la
trilogía sobre los niños de Bullerbyn (1947-1952); Rasmus y el
vagabundo, un moderno cuento de hadas con el que ganó el Premio Andersen en
1958; y la serie de cuatro libros sobre el travieso Emil y la granja en la que
vive, cuyo primer volumen apareció en 1963. El personaje de Emil está basado en
la infancia de su padre y fue llevado a la televisión con el nombre de “Miguel
el travieso”. Los cuentos Mío, mi pequeño Mío (1954) y Los hermanos
Corazón de León (1973), que abordan la muerte y la dicotomía entre el bien
y el mal, son claros ejemplos de cómo la autora no evita en sus obras temas
ausentes por lo general de la literatura infantil. Entre 1946 y 1970 estuvo
trabajando como editora con Rabén & Sjögren, lo que contribuyó sin duda
alguna a aumentar su conocimiento de la literatura infantil y a captar la
sensibilidad de los niños.
Su obra ha tenido un
enorme impacto en la narrativa infantil de toda Escandinavia. Además de
rechazar las restrictivas y moralizantes convenciones sociales que imperaban
hacia la mitad de nuestro siglo, escribe sobre los temas que interesan a los
niños, con un lenguaje que pueden comprender. Sin dejar de tratar problemas
como la violencia, el dolor e, incluso, la muerte, alienta constantemente a los
niños a ser ellos mismos.
Aunque a lo largo de
su amplia producción se pueden hallar distintos estilos de escritura, la
mayoría de ellos denotan la influencia de su infancia rural y siempre se
encuentra presente su habilidad para extraer argumentos de las situaciones
cotidianas y enriquecerlos, con frecuencia, con elementos fantásticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario