Cuadragésimo quinto virrey CARLOS FRANCISCO DE CROIX




Cuadragésimo quinto virrey
CARLOS FRANCISCO DE CROIX
(Marqués de Croix)
(1766-1771)


Este virrey, de origen flamenco, nacido en 1699, sirvió en el ejército español habiendo sido comandante de la guarnición de Ceuta, en África y después capitán en Galicia, donde recibió el nombramiento de virrey de la Nueva España. Llegado a Veracruz a mediados de julio de 1766, marchó a la Ciudad de México y recibió el poder en la población de Otumba, como se acostumbraba.
Quiso establecer el servicio militar por sorteo, cual se hacía en el ejército prusiano, pero esto provocó descontento principalmente en la Intendencia de Michoacán o Valladolid.

Como los indios seris y primas habían vuelto a sublevarse y cometían muchos desmanes en Sonora, se envió a una columna expedicionaria a la cual se unió el visitador Gálvez, para conocer esa región. Durante el gobierno del marqués de Croix llegó la orden secreta firmada por el rey Carlos III para expulsar de todos los dominios españoles a los jesuitas, a partir del día 25 de junio de 1767. Con tropa fueron sacados de sus conventos y colegios, dejándolos llevar con ellos apenas algunas prendas de ropa. Esta radical medida provocó una franca rebelión, especialmente en las ciudades de Guanajuato, Pátzcuaro y Valladolid.
El virrey procedió con mano muy dura contra los rebeldes, ahorcando a los encabezadores de motines. Al ser publicado el decreto de expulsión, éste decía: "Por motivos reservados a la real conciencia del soberano y que debían saber de una vez los vasallos de Su Majestad, que habían nacido para obedecer y no para mezclarse en los altos negocios del gobierno". Por ese tiempo empezó a ser notada una especie de pugna entre criollos y peninsulares. Cuando la expulsión de la Compañía de Jesús, las sublevaciones que se produjeron dieron lugar a que se asesinara a españoles; se maltrató a las personas y se rompieron retratos del rey. De todo esto tenía conocimiento el virrey, quien lo puso en un informe secreto que mandó a la Corona.

El rey Carlos III que tan severo se había mostrado con los jesuitas, protegió a la Inquisición y le dio su apoyo. Los cleros regular y secular, que se creyeron amenazados por lo ocurrido a los jesuitas, se dieron a murmurar contra el régimen al grado de que el virrey les hizo saber que serían castigados los religiosos que se inmiscuyeran en asuntos del gobierno. Fue suprimido el "Diario Literario" que publicaba el padre don José Antonio Alzate, el que sólo se ocupaba de asuntos literarios y científicos.

Como los rusos tenían establecimientos en el norte de América y podían llegar hasta California, el visitador Gálvez marchó a inspeccionar los territorios de Baja California, Sonora y Alta California, para dictar medidas que los protegiesen. En 1769, para aumentar las recaudaciones, el virrey dispuso el establecimiento de la Lotería de Nueva España, que dio muy buenas ganancias. Se intensificó la enseñanza del castellano entre los grupos indígenas que hasta entonces sólo hablaban sus idiomas nativos. Los indios apaches y comanches fueron batidos en la Nueva Vizcaya, por las milicias presidiales al mando del capitán don Bernardo de Gálvez.

Hubo desórdenes y tumultos en algunos centros mineros como Guanajuato y Pachuca, contra las pagas bajas que se daban a los trabajadores, por lo que el virrey, de acuerdo con los dueños de minas, dispuso se aumentase el salario. El virrey mandó construir en Perote, Veracruz, la fortaleza de San Carlos, en honor del rey y como punto de resistencia para rechazar un desembarco en la costa que pusiera en peligro a la capital del Virreinato.

 El 22 de septiembre de 1771 el marqués de Croix entregó el mandato del virreinato a su sucesor, don Antonio María de Bucareli. De Croix regresó a España, siendo nombrado capitán general de la provincia de Valencia, en donde murió algunos años después.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares

Agrégame en tu blog

Seguidores