(1502 - 1525 )
Ultimo Emperador Azteca
Nació en 1502 2 en La Gran Tenochtitlán, como hijo del emperador Ahuízotl y de la princesa de Tlaltelolco, Tilálcapatl. Recibió la educación guerrera de los príncipes aztecas, por lo que a los dieciocho años de edad era ya pontífice del culto particular de Huitzilipochtli guerrero de la encumbrada clase Águila, Tecutli o señor de Tlaltelolco y, después de que Chitláhuac fue elevado al trono, jefe de la casta guerrera del imperio Mexica.
El 29 de Julio de 1520 murió Moctezuma II, el Emperador Azteca, y Cuitláhuac fue elevado al trono, frente a la invasión española de su imperio. Cuauhtémoc pasó a ocupar la jefatura de los ejércitos mexica, que dejara Cuitláhuac al aceptar el trono, y con tal puesto combatió a Hernán Cortés y sus huestes, hasta el 5 de diciembre del mismo año, en que Cuitláhuac, su primo, muriera, víctima de la epidemia de viruela.
El 6 de diciembre de 1520 fue elegido Cuauhtémoc, como sucesor de Cuitláhuac en el trono de Tenochtitlán, puesto que asumió casi sin ceremonia alguna, en vista de la guerra que sostenían contra los españoles; y siguió trabajando en fortalecer la defensa de la ciudad y en prepararse para reprimir el ataque que Cortés preparaba contra ella. Cortés llegó a Texcoco, repuesto ya de su anterior desastre, el 31 de diciembre de 1520, y estableció su base de operaciones contra Tenochtitlán. Tenía 590 soldados españoles, millares de aliados indígenas, 40 caballos y ocho cañones, y esperaba a los 13 bergantines que construían para él en Tlaxcala, y que le remitieron el 27 de enero del año siguiente.
Desde esa fecha, inició diversos ataques por varios puntos vulnerables de la Gran Tenochtitlán, que fueron siendo rechazados por los mexicanos, hábilmente dirigidos en los combates principales por Cuauhtémoc.
El 1o de marzo de 1521, fue coronado emperador, sin gran ostentación, para lo cual tuvo que casarse, por tradición, con su prima hermana, la niña Teucipoh, y recibió la diadema de mando de manos del Gran Sacerdote Atlacótzin. Dos veces rechazó los mensajes de entendimiento que Cortés le enviará, pues siempre prefirió seguir luchando, hasta la muerte, que rendirse sin honor a los enemigos de su patria.
La gran ciudad de Tenochtitlán, capital de su imperio, estuvo rodeada y sitiada por las fuerzas españolas y sus aliados indígenas, desde enero de 1521 hasta el 13 de agosto siguiente, por lo que en tan largo y oneroso sitio, el pueblo encerrado sufrió lo indecible: hambre, sed, pestes, ataques periódicos y sistemáticos del enemigo y todas las calamidades de la guerra. En mayo, por Tlacopan e Ixtapalapa entraron a la ciudad los españoles; pero nuevamente fueron desalojados por Cuauhtémoc. El 9 de junio atacó otra vez Cortés, llegando hasta el centro de Tenochtitlán.
Tomó en esa ocasión Cortés el Templo Mayor o Gran Teocalli, para perderlo luego y tener que replegarse otra vez hacia sus antiguas posiciones. Cuauhtémoc se hizo fuerte en el Tianquiztli o mercado de Tlaltelolco, que era un sólido edificio y fue atacado el 24 de julio por los españoles, que eran ya dueños de las tres cuartas partes de la ciudad. El mercado fue tomado por Cortés el 28 de ese mes; y pero fue hasta el 13 de agosto siguiente, de 1521, cuando se decidió la contienda. Ese día por la tarde, los aztecas resistieron el último ataque de sus enemigos, siendo vencidos.
Cuauhtémoc y su esposa Teucipoh, el gran sacerdote Atlacótzin, el rey Coanacoch de Coyoacán, el rey Tetlepanquetzal de Tlacopan y otros altos personajes trataron de huir en unas canoas; pero fueron aprehendidos por el capitán español Juan García de Olguin, y llevados ante Cortés. Todos fueron puestos en prisión. Cuauhtémoc y los dos reyes atormentados más tarde, pues les quemaron los pies para que dijeran donde habían escondido los tesoros reales. Cuauhtémoc permaneció en prisión durante varios años, hasta que en la expedición que Cortés hiciera a las Hibueras en 1525, fue ahorcado en el camino a Centroamérica, en Izancánac, Tabasco, el 5 de marzo de 1525, siendo su resto sepultados en Ixcateopan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario