(1778- 1858)
Insurgente
Nació en 1778, en la ciudad de Querétaro, donde se dedico al comercio, desde muy joven. Tanto Epigmenio, como su hermano Emeterio, fueron ardientes partidarios de la independencia de México, participando en la conspiración que se hiciera en la casa del corregidor Domínguez, a donde concurrían Hidalgo, Allende, Aldama y los principales jefes de la insurrección armada. Tanto se entusiasmo Epigmenio, que en su casa decidió instalar un depósito de armas, y luego una fábrica, en la que producía las armas que habrían de servir para el ejército insurgente.
Tenía una tienda de barrotes en la plaza de San Francisco, y en la trastienda se dio a la tarea de hacer cartuchos y armas. Como era un comercio público, la gente llegaba allí sin despertar sospechas; pero el 13 de septiembre de 1810, el español Francisco Bueras denunció ante el cura Rafael de León, que había gran acopio de armas en la casa de Epigmenio González y un tal Sámano. El cura dio aviso al comandante García Rebollo, quien lo hizo saber al corregidor Domínguez, para que cateara la casa de González, y lo pusiera preso si encontraba armas en ella.
El corregidor Don Miguel Domínguez tuvo que catear la casa de Don Epigmenio González, y como encontrara algunas armas ocultas, se vio en la necesidad de aprenderlo, enviándolo a la ciudad de México. Fue condenado a destierro, y se le dejó la ciudad por cárcel, mientras había un barco que los transportara a Filipinas; pero Epigmenio González tomó todavía parte en la conspiración de Ferrer, en la misma ciudad de México, por lo que fue aprehendido y enviado a Acapulco, donde se le encerró en un calabozo del castillo de San Diego, con grillos en los pies, lo cual los dejó baldado para toda su vida.
Fue enviado a Manila, donde quedó libre, pero sin recursos económicos, y cuando pudo regresar a México, radicó en Guadalajara, donde murió, el 19 de Julio de 1858.
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