ISAC NEWTON (1642-1727)





Matemático, físico y astrónomo inglés, a cuyo genio, además de los numerosos descubrimientos en el campo óptico y matemático, se deben la formulación de la ley de gravitación universal y la explicación del movimiento de los astros. Newton nació en Woolsthorpe, en Lincolnshire, y realizó estudios universitarios en Cambridge. Las primeras intuiciones con respecto a la gravedad las tuvo cuando era poco más que veinteañero, tal vez precisamente por haber visto caer una manzana de la rama en su jardín (este episodio fue contado a Voltaire por la sobrina de Newton y por lo tanto probablemente es auténtico; de cualquier manera, la Royal Society de Londres conserva un fragmento del famoso manzano que, hasta ser destruido en el siglo XIX por un temporal, había sido objeto de verdaderas peregrinaciones) . Después de haberse preguntado si la fuerza que atraía la manzana hacia la Tierra era la misma que mantenía a los planetas y la Luna en sus órbitas, Newton calculó que la atracción debía ser inversamente proporcional al cuadrado de la distancia. Para este cálculo se sirvió de las leyes formuladas por Galileo sobre la caída de los pesos, y de las leyes de Kepler sobre el movimiento de los planetas. Llegado a este punto tuvo que ocuparse de otros problemasl abandonó esta cuestión y no la retomó hasta diez años más tarde. En esta segunda fase, alrededor de 1679, Newton volvió a los cálculos interrumpidos, beneficiándose de datos muy precisos que en el ínterin se habían logrado sobre el valor del radio terrestre, e identificó con la gravedad la fuerza de atracción Tierra-Luna; extendiendo entonces esta hipótesis a todo el Universo, e imaginando la masa de los cuerpos concentrada el sus centros, llegó a la célebre fórmula F=G(M,M~/r2). en la que F es la fuerza de atracción, G una constante universal, M1 y M2 las masas de dos cuerpos cualquiera y r su distancia. Enunciada, la ley dice así: Dos cuerpos cualesquiera se atraen reciprocamente con una fuerza directamente proporcional a sus ma sas e inversamente proporcional al cuadrado de sus distancias. Aplicando esta ley a las atracciones Sol-planetas, se obtienen las leyes de Kepler: Newton había descubierto por lo tanto la causa de los movimientos celestes. Consideraba que también las órbitas muy excéntricas de los cometas obedecían a la atracción ejercida por el Sol, y sobre esta base Edmund Halley, su amigo y entusiasta sostenedor, calculó las órbitas de 24 cometas. Precisamente por Halley (que incluso se encargó de los respectivos gastos) Newton fue alentado a publicar sus resultados en su obra más importante titulada: Philosophie naturalis principia mathematica, que es más brevemente conocida como Principia. Aunque resulta inmediato unir el nombre de Newton a la gravitación, gracias a él se hicieron grandes progresos también en matemáticas y óptica. Su mayor mérito, en lo que respecta a las matemáticas, consiste en haber inventado, casi simultáneamente con Leibniz, el cálculo infinitesimal, un instrumento indispensable para afrontar lo relativo a magnitudes continuamente variables, como por ejemplo la distancia desde un planeta al Sol. En cuanto a la óptica, los primeros trabajos de Newton en este campo se refieren a la posibilidad de descomponer la luz blanca en diversos haces de colores; a ello siguieron investigaciones sobre la naturaleza misma de la luz, que para Newton era corpuscular. Sin embargo, también está presente en sus reflexiones sobre el comportamiento de la luz, el concepto de onda asociado al de partícula; las partículas luminosas pueden propagarse en línea recta en el vacío, pero al encontrarse con un sólido generan una especie de onda de choque, que se propaga en el interior de éste: una concepción esta que recuerda, aunque un tanto lejanamente, la actual teoría de la luz. También la observación astronómica debe mucho a Newton: considerando que la aberración cromática de las lentes no podía ser eliminada, tuvo la idea de sustituir con un espejo el objetivo de los telescopios. Construyó así el telescopio de reflexión, destinado a convertirse en uno de los instrumentos astronómicos más potentes y por ello más importantes. Los trabajos de óptica fueron publicados con el título de Opticks, en 1704, gozando después de más de treinta años de autoridad incontestada, incluso a pesar de los errores que contenían (por ejemplo el relativo a la pretendida imposibilidad de corregir las aberraciones cromáticas de las lentes). En el campo matemático merece ser citada la obra Tractatus de quadratura curvarum, en la que el genio inglés expuso las reglas del método de las fluxiones. La influencia ejercida por Newton en la ciencia de su época y en la futura, fue muy grande. Ante todo, naturalmente, por la gran importancia de sus descubrimientos, y después al imponerse su método de investigación, que reforzaba el rechazo de todo aquello que no podía ser demostrado matemáticamente o físicamente, una posición que puede resumirse en el famoso dicho Hypotheses non fingo.

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