Alfredo Gobbi (1912-1965), violinista,
pianista, director y compositor argentino poseedor de un estilo inconfundible
influido desde sus comienzos por Julio De Caro y Carlos Di Sarli, sus mentores
estilísticos.
Nació en París, pero a los pocos meses
de edad se trasladó a Buenos Aires con sus padres. En su niñez estudió violín
con el maestro Carnini. A los 14 años debutó con la orquesta de Luis Casanova.
En 1927 formó parte de las orquestas de Roberto Firpo, Anselmo Aieta y Mario
Pardo. Su consagración llegó con el sexteto de Pugliese-Vardaro, agrupación
donde actuaba al lado de otro joven talento, Aníbal Troilo.
Osvaldo Pugliese y Pedro Laurenz, entre
otros, contaron con su doble capacidad de instrumentista y arreglista. Como
director, inició su dilatada carrera en 1942. Cinco años más tarde, comenzó a
grabar con cantantes como Jorge Maciel, Alfredo del Río, Carlos Yanel y Ángel Díaz,
entre otros, al tiempo que realizaba versiones de tango instrumental. Siguió
actuando con su conjunto hasta comienzos de la década de 1960.
Como compositor, sus éxitos más
destacados fueron los tangos “El andariego”, “Orlando Goñi”, “Camandulaje”, “El
último bohemio”, “Rendición”, “Te angustia mi dolor”, “Cuando llora mi violín”
y “Un tango para Chaplin”. Muy valorado entre sus pares, Aníbal Troilo compuso
para él “Milonguero triste”, Eduardo Rovira le dedicó el tango “El engobbiado”
y Ástor Piazzola “El retrato de Alfredo Gobbi”. Alternó la dirección orquestal
con el piano desde finales de 1957. Falleció en 1965 en Buenos Aires.
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