Sukarno, Ahmed Líder de la independencia y primer presidente de Indonesia (Surabaya, Java, 1901 - Yakarta, 1970). Procedía de una familia pobre y anclada en las tradiciones musulmanas (por su padre, maestro) y brahmánicas (por su madre, una bailarina balinesa). Estudió múltiples disciplinas, especialmente idiomas, tanto europeos como asiáticos (incluido el indonesio moderno, que él mismo contribuyó a crear). Fue uno de los primeros ingenieros nativos (1926), pero por aquellas fechas ya había decidido orientarse hacia la política, aprovechando sus dotes de orador y su carisma personal. Su país era por entonces un heterogéneo conjunto de islas bajo dominio colonial holandés (las Indias Orientales Holandesas) y Sukarno deseaba verlo libre de la pobreza y del racismo que él había sufrido en su juventud. En 1929 fundó el Partido Nacional Indonesio e inició su lucha anticolonial. Las autoridades holandesas le encarcelaron (1929-31) y le confinaron lejos de Java (1933-42). Recuperó la libertad cuando los japoneses invadieron las Indias Orientales Holandesas en 1942, en el marco de la Segunda Guerra Mundial; Sukarno colaboró como asesor de los nuevos ocupantes, instándoles al mismo tiempo a convertirlo en un Estado independiente. Pero el hundimiento militar del Japón frente al avance aliado (1945) frustró aquellas expectativas, amenazando en cambio con restaurar el statu quo colonial. Para evitarlo se apresuró a proclamar la independencia de Indonesia, sentando los cinco principios que guiarían su andadura política (Pantjasila): nacionalismo, internacionalismo, democracia, prosperidad social y fe en Dios.
Como presidente de la nueva República (1945-67), comenzó por consolidar su independencia, rechazando los intentos de Holanda por recuperar el control: por el Acuerdo de La Haya (1949) logró el reconocimiento formal de la independencia, pero continuó luchando contra Holanda hasta obtener la anexión de Nueva Guinea (1963). En principio hizo aprobar una Constitución federal y democrática (1949); pero su estilo de gobierno extravagante y lujoso hacía presagiar una evolución hacia el autoritarismo, que se inició enseguida. Las amenazas secesionistas (primero en las Molucas, luego también en Célebes, Sumatra y Borneo) le hicieron cambiar la Constitución por otra de corte centralista y uniformizador (1950); y la presión de los movimientos revolucionarios comunistas y musulmanes le decidieron a cambiarla de nuevo en 1959, estableciendo un régimen presidencialista autoritario que llamó democracia dirigida (recuperando un texto constitucional de 1945); en 1963 confirmó su dictadura personal haciéndose nombrar presidente vitalicio. La política de Sukarno fue esencialmente nacionalista: prestó especial atención a la educación y la cultura para afirmar la identidad nacional, mientras dejaba deteriorarse hasta el extremo la situación económica; convirtió a Indonesia en símbolo de la lucha antiimperialista impulsando el Movimiento de Países No-Alineados (que arranca de la conferencia afroasiática celebrada en Bandung, Indonesia, en 1955). Su política exterior neutralista iba acompañada de un equilibrio político interno entre los comunistas y los militares conservadores; los primeros dieron en 1965 un golpe de Estado para «proteger» al presidente, seguido por un contragolpe más decisivo de los segundos en aquel mismo año. Sukarno continuó formalmente en el cargo hasta 1967, aunque obligado a ceder el poder al general Suharto, que inició una sangrienta represión anticomunista y se perpetuó como presidente durante más de treinta años.
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