Diego Armando Maradona
Sería difícil elegir al mejor futbolista de toda la historia. Pero es seguro que Diego Armando Maradona figuraría entre los tres máximos candidatos a tal honor. Su carrera deportiva ha estado ligada a un pie izquierdo mágico en el toque de balón, a un regate y a un cambio de ritmo desconcertantes para cualquier zaguero, a una velocidad endiablada de pensamiento y ejecución de acciones siempre desequilibrantes, a una exquisita maestría en el lanzamiento de golpes francos, en resumen, a todos aquellos aspectos de este deporte que, cuando lo practican jugadores como Maradona, adquieren connotaciones que, por su plasticidad y belleza, bordean la frontera que separa al deporte del arte. En la imagen se le puede observar luciendo su siempre amada camiseta de la selección argentina.
Diego Armando Maradona (1960- ), jugador argentino de fútbol, considerado de forma unánime como uno de los tres más importantes de todos los tiempos, junto a Pelé y Alfredo Di Stefano. Campeón del mundo con su selección nacional en 1986, fue elegido mejor futbolista de Sudamérica en tres ocasiones (1979, 1980 y 1986) y, en 2000, designado mejor futbolista del siglo XX por la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA).
Su estilo se caracterizó por un impresionante manejo y toque de balón con su pie izquierdo, una increíble finta y una gran visión de juego. Extraordinario lanzador de tiros libres, la velocidad que imprimía a sus acciones (especialmente en los primeros tiempos de su carrera) le convertía en un jugador desequilibrante.
2 | TRAYECTORIA CON CLUBES |
Nació el 30 de octubre de 1960 en Lanús (Buenos Aires). Hijo de un obrero fabril, empezó a jugar al fútbol a los 9 años de edad en un equipo infantil, Los Cebollitas. Con 16 pasó a formar parte del Argentinos Juniors, club con el que debutó en Primera División (el 20 de octubre de 1976) y en el que permaneció hasta 1980. Ese año fichó por el Boca Juniors, equipo en el que coincidió con Miguel Ángel Brindisi y con el que consiguió el triunfo en el Campeonato Metropolitano de 1981. Consagrado como una auténtica estrella, marchó a Europa en 1982, tras ser contratado por uno de los grandes conjuntos de dicho continente, el Fútbol Club Barcelona. Con su nuevo equipo ganó la Copa del Rey, la Supercopa de España y la Copa de la Liga, títulos todos ellos alcanzados en 1983. Finalizada la temporada 1983-1984 se hizo con sus servicios el Nápoles, club de la Serie A italiana que, gracias a su brillante juego, logró una Copa de la UEFA (1989), dos títulos de Liga (1987 —el primero que conseguía en toda su historia— y 1990), una Copa de Italia (1987) y una Supercopa de Italia (1990). Además, fue máximo goleador de la Liga 1987-1988 (marcó 15 goles).
Su carrera deportiva comenzó a declinar en 1991, cuando dio positivo en un control antidopaje, hecho que se relacionó con el consumo de drogas. Fue expulsado del equipo napolitano y la sanción que se le impuso le mantuvo apartado durante 15 meses de las competiciones internacionales. En septiembre de 1992 regresó a las canchas tras fichar por el Sevilla, equipo español que abandonaría al cabo de una temporada. Retornó a Argentina y, ya en el crepúsculo de su carrera, jugó cinco partidos del Torneo Apertura 1993 con el Newell’s Old Boys. Tras un breve paréntesis, durante el cual fue técnico del Mandiyú de Corrientes en 1994, y entrenador del Racing de Avellaneda en 1995, en el transcurso de este último año regresó al Boca Juniors, donde puso fin a su carrera dos años más tarde.
3 | TRAYECTORIA CON SU SELECCIÓN |
Aunque en 1978 ya había debutado con el combinado nacional argentino y era una estrella en su club, Argentinos Juniors, no fue seleccionado para disputar la Copa del Mundo que se celebró aquel año en su país y de la que el conjunto albiceleste resultó vencedor. Un año más tarde, en Japón, se proclamó campeón del mundo en categoría juvenil, y en 1982 jugó en España su primer Mundial. Su participación fue decisiva para que Argentina (dirigida por Carlos Salvador Bilardo e integrada por otros grandes jugadores como Jorge Alberto Valdano, Óscar Alfredo Ruggeri o Jorge Luis Burruchaga, entre otros) ganase la Copa del Mundo celebrada en 1986 en México. En aquella cita, durante el partido que enfrentó a Argentina e Inglaterra, Maradona marcó uno de los goles más bellos que se recuerdan, desbordando desde su propio campo a cuantos rivales le salieron al paso. Cuatro años más tarde, en Italia, estuvo a punto de reeditar su condición de campeón del mundo, pero hubo de conformarse con el subcampeonato tras perder en la final ante la selección alemana.
Sus ya citados problemas extradeportivos y cierta pérdida de condición física auguraban su decadencia cuando fue convocado en 1994 para disputar en Estados Unidos su cuarto Mundial. Maradona jugó de manera espectacular en las victorias argentinas frente a Grecia y Nigeria, y demostró que sus detractores se equivocaban. Pero en el transcurso de la competición dio nuevamente positivo en un control antidopaje y fue expulsado de la misma.
El 10 de noviembre de 2001 recibió en La Bombonera (el histórico estadio del Boca Juniors) un homenaje del fútbol mundial. Se celebró un encuentro que enfrentó a la selección de Argentina y a un combinado de estrellas internacionales, que estuvo precedido por un elocuente acto, promovido por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA): la simbólica retirada de la camiseta con el dorsal número “10” con el que Maradona alcanzó sus mayores éxitos.
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