Amparo Rivelles (1925- ), actriz teatral y
cinematográfica española nacida en Madrid, famosa por su distinción y
naturalidad en papeles de dama de clase alta (e incluso aristócrata o reina).
De familia de actores, debutó a los 13 años en el
teatro junto a sus padres y a los 15 en el cine con Mari Juana (1940,
Armando Vidal). A esta película siguieron sus grandes éxitos de las décadas de
1940 y 1950: Eloísa está debajo de un Almendro (1943), El clavo
(1944), La fe (1947) y La calle sin sol (1948), de Rafael Gil. En
La duquesa de Benamejí (1949, Luis Lucia), demostró su versatilidad
encarnando al tiempo a una duquesa secuestrada por un bandolero y a su rival,
una gitana. También participó en Alba de América (1951) y La Leona de
Castilla (1951), ambas también de Orduña. En esta última actuó junto a
Alfredo Mayo, con el que formaba la pareja cinematográfica más popular de la
posguerra civil española desde que coprotagonizaron, en 1942, Malvaloca,
de Luis Marquina. Así mismo, intervino en Mr Arkadin (1955), de Orson
Welles.
Desde 1957 hasta la década de 1970 vivió en México,
donde trabajó a las órdenes de directores cono Julio Bracho, Alejandro Galindo
o Luis Alcoriza. Ya en su madurez ha alternado brillantes apariciones cinematográficas
(Soldados de plomo, 1983, de José Sacristán; y Una mujer bajo la
lluvia, 1992, de Gerardo Vera) y televisivas (Los gozos y las sombras,
1981) con protagonistas teatrales, como en Hay que deshacer la casa, llevada
a la pantalla en 1986, cuya interpretación le valió ese año el Premio Goya a la
mejor actriz.
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