Anna Pavlova (1882-1931), bailarina
rusa, la más famosa de su época. Nació en San Petersburgo y estudió en la
Escuela del Teatro Imperial de su ciudad natal. Debutó como solista en 1899 y
se convirtió en prima ballerina en 1906. Pavlova realizó giras por
Europa en 1907 y apareció brevemente con los Ballets Rusos del empresario
Sergei Diáguilev. En 1910 debutó en Estados Unidos con el bailarín ruso Mijáil
Mordkin en el Metropolitan Opera House de Nueva York. Fundó su propia compañía
en 1911 y hasta 1925, fecha en la que se retiró, siguió bailando por Europa,
América, África y Asia, llevando su arte hasta las áreas más remotas de la
Tierra.
Conservadora en su estética, fue una
destacada representante del ballet clásico ruso, admirada por la calidad
poética de su movimiento. Se interesó, también, por los bailes étnicos y la
técnica de las danzas de India y Japón. Sus interpretaciones clásicas más
famosas fueron Giselle, El lago de los cisnes, Las sílfides, Don Quijote,
Copelia y el solo de La muerte del cisne, creado para ella en 1905
por el coreógrafo ruso Mijaíl Fokin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario