Bartolomé de Arzans Orzúa y Vela (1676-1736), cronista nacido en el
territorio del virreinato del Perú que corresponde a la actual Bolivia. Comenzó
a escribir su célebre Historia de la villa imperial de Potosí, tarea que
se interrumpió con su muerte y que continuó su hijo, quien se encargó de
redactar los últimos capítulos. Un esbozo de esta obra se encuentra en los Anales
de la villa imperial de Potosí, texto que circuló durante los siglos XIX y
XX. La Historia, en realidad, fue recuperada a principios del siglo XX y
la primera edición se realizó en 1965.
En
la línea del Inca Garcilaso de la Vega, Antonio de la Calancha y Juan Eusebio
Nieremberg, a quienes cita en el texto, la Historia destaca por su valor
testimonial y también literario, dado que revela un sólido manejo de los
recursos narrativos y por la interpolación de leyendas, milagros, mitos y
creencias indígenas. Esta oscilación entre lo histórico y la literatura de
ficción revela, por otra parte, la nostalgia del esplendor pasado de Potosí y
la necesidad de consolidar un mito fundacional, recurso frecuente en la
literatura latinoamericana. Puede considerarse, además, un antecedente de las Tradiciones
peruanas de Ricardo Palma.
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