Fracasados los intentos por constituir un gobierno nacional, los estados provinciales mantuvieron sus autonomías hasta 1853.
Sin embargo, hasta ese año, el gobierno de Buenos Aires ejerció la hegemonía sobre el conjunto del territorio. Juan Manuel de Rosas, gobernador de Buenos Aires entre 1829 y 1832 y luego entre 1835 y 1852, fue el responsable de afianzar este dominio.
A pesar de su orientación federal, Rosas impusieron una creciente centralización política y económica desde Buenos Aires. Suprimió a la oposición unitaria -y también a aquellos federales que no le eran leales, llamados "cismáticos" o "lomos negros"-, a través de destierros, encarcelamientos y, muchas veces, degüellos y fusilamientos.
En Buenos Aires, su dominio no se basó sólo en el terror. Rosas fue elegido legalmente por la Sala de Representantes de la provincia que, a su vez, fue elegida por el pueblo a través del sufragio o universal masculino.
Afianzado su poder en Buenos Aires, Rosas lo extendió al resto del territorio. La guerra civil fue la primera consecuencia de esa expansión. La lista de conflictos internos entre 1835 y 184'-' es extensa:
- Rosas sostuvo a los gobernadores aliados de Santa Fe (Estanislao López), Entre Ríos (Pascua¡ Echa-üe) y Córdoba (Manuel "Quebracho" López);
- derrotó al sublevado gobernador de Corrientes (Berón de Astrada);
- desarticuló una conspiración en Buenos Aire organizada por Manuel y Ramón Maza;
- aplastó una sublevación de estancieros del sur de la provincia de Buenos Aires;
- derrotó a un ejército organizado en Coi-rientes por Juan Lavalle y el gobernador Pedro Ferré;
- derrotó a la Liga del Norte, coalición político-militar liderada por el tucumano Marco Avellaneda;
derrotó a una alianza de fuerzas del Litoral liderada por el general cordobés José María Paz e inte(,rada poi- Pedro Ferré (Corrientes), Juan Pablo López (Santa Fe) y Fructuoso Rivera (Banda Oriental).
A los enfrentamientos internos se les sumaron los internacionales. Tanto Rosas como sus opositores utilizaron varios conflictos internacionales para resolver problemas internos.
-En 1837, Rosas ordenó intervenir en la guerra entre Chile y la Confederación Peruano-Boliviana (a favor de Chile). A la cabeza de las tropas puso al gobernador tucumano Alejandro Heredia y, de esa manera, desplazó a un opositor influyente.
- La guerra civil en la Banda Oriental entre Fructuoso Rivera y Manuel Oribe arrastró a rosistas y antirrosistas: mientras Rosas respaldaba a Oribe, Juan Lavalle, José María Paz y los exiliados porteños en Montevideo apoyaron a Rivera.
- Entre 1838 y 1840, Francia -que buscaba aumentar su influencia comercial en el Río de la Plata- bloqueó el puerto de Buenos Aires, con el beneplácito de los antirrosistas exiliados. Entre 1845 y 1848, Buenos Aires soportó un nuevo bloqueo, esta vez de barcos ingleses y franceses, que intentaban forzar la libre navegación de los ríos.
Vencidas las oposiciones más fuertes en el interior, se impuso lo que se conoció como la pax rosi sta: una paz basada en el terror y el control desde Buenos Aires de las distintas situaciones provinciales.
La Economía:
El arianzamiento de la gran propiedad ganadera en la provincia de Buenos Aires otorgó un papel cada vez más relevante a la figura del estanciero. De hecho, Rosas era uno de los grandes estancieros de Buenos Aires.
Luego de 1830, a la exportación de cueros y tasajo -orientada básicamente a Inglaterra- se agregó la exportación de sebo. Los ingresos de aduana siguieron siendo los más importantes para Buenos Aires, y Rosas no tuvo nincuna intención de repartirlos con las provincias.
Sin embargo, los gastos del estado muchas veces superaron a los incresos. Las guerras y los bloqueos extranjeros dañaron las exportaciones y, en consecuencia, mermó la principal fuente de in,,resos del estado. En estas circunstancias, Rosas recurrió a la ernisión de moneda, lo que produjo una desvalorización del peso.
En el interior, las diversas regiones recuperaron cierta prosperidad.
- En la región andina, desde Mendoza a Salta, se produjo una limitada reconstrucción acrícola, cuya producción se exportaba fundaiiientalmente a Chile.
- En las provincias centrales -Córdoba y Santiago del Esterola Ganadería vacuna y mular se orientó no sólo a Chile y Bolivia sino también i Buenos Aires y, a través del puerto, a ultramar. En cuanto a la artesanía textil producida en el interior -sobre todo en Tucumán, prosiguió la lenta decadencia iniciada varios años antes con la apertura del comercio con Europa y la competencia de productos textiles importados.
- El litoral también asistió a una paulatina reconstrucción econói-nica. La producción ganadera mesopotámica buscó las rutas qtie escapaban al control de Buenos Aires: la del sur del Brasil y Ururuay. Pero esta limitada prosperidad del litoral no looró revertir la hegemonía comercial de Buenos Aires.
Conclusión:
De 1829 a 1832 y de 1835 a 1852 gobernó Buenos Aires Juan Manuel Rosas. Conocido como el gran dictador, fue sin dudas un poderoso estanciero y un caudillo político, que representó los intereses porteños. Ejerció una dictadura y demoró mientras estuvo al poder la organización nacional con el argumento de que el país no estaba preparado. Si bien se lo conoció como el Restaurador de las Leyes, solo sancionó dos leyes en sus casi 30 años de gobierno; Rosas anhelaba la libertad anárquica y despreciaba las reglas.
Rosas tuvo movimientos de resistencia en casi todo el país, protagonizados por unitarios y federales liberales. Montevideo fue el centro de esa conspiración, cuyos métodos eran el terrorismo, el asesinato, el fraude, la unión con el extranjero, confiscaciones. Los opositores sentenciaron a Rosas a gobernar sin un día de tranquilidad. Su fracaso se debió a la falta de unidad en su coordinación y a la diversidad de tendencias que participaron. En su mayoría recurrieron al apoyo extranjero, lo que les acarreó desprestigio frente al caudillo porteño que se mostraba como defensor de la soberanía nacional. Estos solo tuvieron éxito cuando se unieron para luchar contra el dictador.
La oposición fue perseguida y ejecutada durante 15 años en el poder. Los unitarios, con imprudentes golpes de estado, con medidas, arbitrarias, con su recurso a los actos habilidosos, crearon el clima propicio al desprecio por la ley. Fueron éstos quienes tildaron a Rosas como el personaje más siniestro del siglo XIX en la Argentina. Buscando material sobre Rosas me he encontrado con autores que estaban a favor (José M. Rosa), y otros en contra (Dellepiane); Rosas hizo cosas buenas y cosas malas; pero ¿Por qué nunca intentó organizar al país? En todo el tiempo que gobernó ¿nunca se podría haber hecho una constitución? Rosas se equivocó al haber rehusado a su pueblo a un régimen estable y organizado.
Por otro lado debe remarcarse la intención de ejercer una economía proteccionista y favorecer a las industrias locales. Aunque es verdad que siempre terminó actuando con los intereses de Buenos Aires (Ej: La ley de Aduana). También defendió enérgicamente la soberanía nacional ante las pretensiones extranjeras de disponer libre tránsito en ríos nacionales, y nunca dejó de reclamar la devolución de las islas Malvinas por parte de Inglaterra. Y justamente el mismísimo general San Martín lo elogiaba por su patriotismo y defensa contra el extranjero: " El sable, que me ha acompañado en toda la guerra de la Independencia de la América del Sur, le será entregado al general de la República Argentina, don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarnos."
Por otro lado debemos decir que Rosas persiguió y castigó a los unitarios, catalogándolos de salvajes, mientras su gobierno no tuvo nada de federal. El era un federal personalista, lo que lo diferencia con los federales liberales. Centralizó el poder en Buenos Aires, y otorgó a esta provincia el manejo de los fondos de la Aduana. Además las provincias respondían a él, ya que sus respectivos gobernadores habían sido elegidos por Rosas.
Curiosidades sobre Juan Manuel de Rosas
El 30 de marzo de 1793 nacía en Buenos Aires, una de las figuras mas controvertidas de nuestra historia, Juan Manuel Ortiz de Rozas (él lo cambió luego a Rosas). Se crió en la pampa, utilizaba las boleadoras muy bien y era buen domador. Fue llamado el Ilustre Restaurador de las Leyes debido a sus "dotes de orden y unificación".
Se casó con Encarnación Ezcurra y Arguibel a los 20 años, pero como sus padres se oponían, tramaron una hábil estratagema: Encarnación se hizo pasar como embarazada y le mandó una carta a su amante (Rosas obviamente) tratando de que la carta cayera en manos de Agustina López Osornio, la madre de Rosas. La madre de Rosas encontró la carta, y unos días después, el 16 de marzo de 1813, los dos jóvenes se casaron. Algunos dicen que la madre de Rosas se oponía al casamiento por la juventud de su hijo, 20 años, pero otros apuntan a la pobreza de la novia y la posición incierta de Juan Manuelito. Realizo varias campañas de lucha contra los indios al sur de la actual provincia de Buenos Aires. Subió al poder en 1832 y se bajó rápidamente de él luego de la batalla de Caseros en 1852. Partió exiliado, para no volver, hacia Inglaterra, donde murió el 14 de marzo de 1877.
Cuenta el historiador Alonso Piñeiro que Rosas era aficionado a recomendar medicamentos caseros a sus amigos. Una vez le comento un remedio a Facundo Quiroga para el reumatismo. Se tenia que pelar unos ajos y pulverizarlos con polvo de mercurio dulce sobre un lienzo de camisa usada, el que debía ser cosido hasta formar una bolsa. El tema es que todo esto daba un aceite que se frotaba en las partes doloridas. Rosas le mando esta receta por carta, pero Quiroga no la pudo probar, ya que lo habían asesinado hacía nueve días en Barranca Yáco.
Al parecer Rosas tenia muchas manías. Tenia manías por los pequeños detalles, por cosas increíblemente minuciosas. Un ejemplo es el decreto del 8 de noviembre de 1832, refrendado por Victoriano García de Zúñiga. El primer artículos dice así "Toda comunicación oficial tendrá a la izquierda el margen de la tercera parte del papel. En su encabezamiento se pondrá a la izquierda el título del que la dirige, y a la derecha el lugar, la fecha y el año que marque el periodo corrido desde el de la Libertad y el de la Independencia de la República, principiando a medio margen el título y nombre de la autoridad o corporación a quienes se dirige". Y sigue así, que conste que el texto entre comillas es un decreto oficial. También se especificaba el margen de la vuelta, el saludo final de práctica, la alternativa de escribir en primera o tercera persona y la prohibición de que no se diera curso a las notas que no respetaran este decreto. Siguen y siguen las minucias una atrás de la otra en este decreto.
Tenía un raro sentido del humor y, como los reyes medievales, tenia para entretenerle y divertir a sus invitados unos pobres bufones, payasos a sueldo. Su bufón favorito se llamaba Eusebio. De este bufón, que según parece, era mentalmente anormal, Rosas solía bromear diciendo que era novio de su hija Manuelita, que se irritaba mucho por eso.
Otra rareza es que nunca usó zapatos, siempre calzo botas.
Cuenta él mismo en una carta a su amiga Josefa Gómez (estando en Inglaterra), que se afeitaba cada ocho días, para poder ahorrar (iba al barbero). "Y por la misma necesidad de economizar lo posible, no fumo, no tomo vino ni licor de ninguna clase. Ni tomo rapé, ni algo de entretenimiento".
Se le han atribuido muchos hechos heroicos que jamás ocurrieron, como su presunta intervención en las Invasiones Inglesas, "peleó junto al cañón" dice un historiador. Esta probado documentalmente que Rosas no se presentó al servicio en junio de 1806, diciendo que estaba enfermo, pero por supuesto que siguió cobrando su sueldo. La lista de pagos del mes siguiente aclara al margen: "Juan Manuel de Rosas se apartó del servicio el 1 de julio". Por esto, no tubo ocasión de tomar las armas en la bravía defensa de Buenos Aires.
Los antirrosistas también son creadores de algunos fraudes de la historia. Uno es, que Rosas habría suprimido la vacunación antivariólica por razones de presupuesto. Solo basta para desmentir esto la existencia de las listas de vacunados, en las que se constata que hubo mas de dos mil en 1838. Otro mito es el de que habría decretado la destitución del santo patrono de Buenos Aires, San martín de Tours. La mentira se remonta a la época de Rosas, cuando en 1839 circulo ese presunto documento, que era totalmente falso. La festividad del santo patrono porteño se celebró con gran festividad bajo los gobiernos de Rosas
No fue, como muchos suelen decir, un defensor de la soberanía nacional. Lo fue durante el bloqueo al que nos sometieron los ingleses y franceses, pero solo porque no podía hacer otra cosa. En cambio en 1829 Rosas colaboro moral y materialmente con el vizconde francés Venancourt, cuando este ataco a la escuadra argentina en represalia a la acción del Gobierno argentino de hacer cumplir el servicio militar a los ciudadanos franceses residentes en nuestro territorio. Durante su gobierno los ingleses ocuparon las Islas Malvinas (1833), desalojando a la guarnición argentina. Rosas solo las reclamó mediante anuales notas rutinarias de protesta diplomática. Según el historiador Alonso Piñeiro, existen incontables pruebas "documentales en el Archivo General de la nación sobre el ofrecimiento que hizo a Inglaterra del archipiélago, a cambio de que se dejara sin efecto la deuda nacional con la firma Baring Brothers & Co. de Londres", a esta empresa se le había pedido un controvertido préstamo durante el gobierno de Rivadavia.
Otra curiosidad de Rosas es que usó dentadura postiza, al menos durante su estadía en Inglaterra. Este hecho se constato, cuando sus restos fueron repatriados en 1989. El 27 de septiembre ante la presencia de los descendientes, se abrió el cajón en el que había sido enterrado Rosas. Cuando se levanta su cráneo, se desprendió la mandíbula y detrás de ella una dentadura postiza. Esta pieza era de muy buena calidad y probablemente hecha en Inglaterra. Al parecer Rosas sufrió toda su vida de problemas con los dientes, perdiendo muchos de ellos, ya que se los extractaban, no los arreglaban como hacen hoy en día. Partió hacia Inglaterra sin varios de sus dientes, pero según los especialistas, es en esta isla donde se habría precipitado su problema con los dientes, perdiendo la gran mayoria.
Al parecer Rosas aparte de maniático, era coqueto, ya que se hizo enterrar con su dentadura puesta, también lo acompañó en su viaje eterno su plato favorito, que era de porcelana.
Muchos años mas tarde los enemigos del dirigente radical y presidente argentino Hipólito Yrigoyen presentarían a Rosas como padre del prócer radical, algo totalmente infundado, fue solo un rumor.
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